En un comunicado de prensa reciente, el gobierno brasileño anunció que São Paulo, una de las ciudades más contaminadas del mundo y la ciudad con la mayor red metropolitana de autobuses del mundo, comenzaría a explotar cinco autobuses a pila de hidrógeno en noviembre de 2007. El proyecto, de 16 millones dólares EE.UU., obtuvo el respaldo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (FMMA) y de la Financiadora de Estudos e Projetos (FINEP). Los objetivos del proyecto son:
Idear una solución de transporte público que no genere emisión alguna.
Concienciar al público sobre las tecnologías de pilas de combustible y de hidrógeno, lo cual colocaría a Brasil en una posición de primer orden, debido a su potencial mercado.
Trabajar para desarrollar técnicas y conocimientos en Brasil con el objetivo de crear un mercado para las tecnologías de pilas de hidrógeno y de combustible.
Elaborar normas brasileñas de seguridad y eficiencia para la producción y la manipulación, y para aplicaciones no móviles y automotrices que permitan el desarrollo de un uso seguro y eficiente del hidrógeno.
Autobuses a pila de hidrógeno a prueba en Perth, Australia. (Foto: Ballard Power Systems)
Santa Clara (EE.UU.), Perth (Australia), Beijing (China) y diez ciudades europeas ya están poniendo a prueba autobuses a pila de hidrógeno para sus redes de transporte público. Los resultados por el momento son positivos. Los tres autobuses que circulan en Perth desde septiembre de 2004 funcionan más de ocho horas al día, cinco días a la semana. "Los pasajeros se han mostrado muy entusiastas frente a los nuevos autobuses a pila de combustible. La tranquilidad en el autobús me ha permitido oír algunas charlas animadas acerca de la nueva tecnología y de sus nuevos conocimientos", explica Paul Wroblewski, conductor de autobuses.